La ansiedad, el pánico, el estrés y el miedo son estados físicos y mentales que agotan toda tu energía vital y te dejan en un estado de agotamiento y agotamiento perpetuo. Independientemente de la gravedad del estrés, impide conciliar el sueño y reduce la calidad del sueño, creando un círculo vicioso.
Causas fundamentales del estrés y la ansiedad.
El estrés y la ansiedad tienden a provocarnos miedo en situaciones en las que no existe un peligro real. Luchar contra el miedo para protegernos de él sólo empeora nuestro miedo. Además, las expectativas negativas pueden promover y provocar problemas de estrés o ansiedad. Cuando el evento estresante desaparece, también desaparece el miedo.
Formas de abordar el estrés y la ansiedad
Enfoque de cambio de actitud: este enfoque analiza el problema desde una perspectiva psicológica y tiene como objetivo cambiar su actitud hacia la situación. Siempre que te encuentres con una situación que te moleste, debes convencer a tu cerebro de que las consecuencias de la situación no son peligrosas para ti. Si realmente crees que la situación es un poco peligrosa para ti, entonces convence a tu cerebro de que lo que estás sintiendo es un estrés bueno y que lo superarás gracias a ese estrés.
Actividad física: la actividad física vigorosa quema el exceso de hormonas del estrés y alivia la tensión acumulada en el cuerpo y el cerebro. La actividad física regular alivia la tensión de forma permanente.
Ejercicios de respiración: Reducir la velocidad y profundizar conscientemente la respiración (llamada respiración abdominal) reducirá el ritmo cardíaco y le devolverá el control. Los ejercicios de respiración y meditación pueden resultar muy útiles con el tiempo.
El método flotar: protegerse evitando aquello que le preocupa reforzará sus miedos con el tiempo. El método flotante se centra en afrontar realmente el problema, sentir la ansiedad y dejarlo ir primero.
La verdadera forma de liberar la ansiedad es dedicarle cada vez más tiempo, exponiéndote a pensamientos y sentimientos y dejando que desaparezcan o disminuyan con el tiempo. Utilizar un cambio de actitud al abordar la ansiedad puede hacer que sea más fácil afrontarla.
